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Qué es el Transtorno Depresivo Inducido por Sustancias/Medicamentos

 Le pedimos a Gemini, la inteligencia artificial de Google que nos explique qué es el Transtorno Depresivo Inducido por Sustancias/Medicamentos

Explicanos detalladamente qué es el Transtorno Depresivo Inducido por Sustancias/Medicamentos

El Trastorno Depresivo Inducido por Sustancias/Medicamentos es un tipo de trastorno del estado de ánimo caracterizado por la aparición de síntomas depresivos significativos, como tristeza profunda o pérdida de interés, que se desarrollan durante o poco después de la intoxicación o la abstinencia de una sustancia, o después de la exposición a un medicamento.

A diferencia del Trastorno Depresivo Mayor, que tiene causas biológicas, genéticas y ambientales, en este trastorno la depresión es el efecto directo de una sustancia o medicamento en el sistema nervioso central. Los síntomas no deben haber estado presentes antes del consumo de la sustancia o medicamento.

Sustancias y medicamentos que pueden inducir depresión

Numerosas sustancias y medicamentos pueden causar síntomas depresivos. Esto se debe a su efecto en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo.

Sustancias ilícitas:

Alcohol : El consumo crónico y excesivo de alcohol es un depresor del sistema nervioso central y puede llevar a una depresión clínica.

Cocaína y anfetaminas : La depresión a menudo se produce durante la fase de abstinencia, cuando el cerebro carece del estímulo de dopamina al que se ha acostumbrado.

Opioides y cannabis : También pueden causar síntomas depresivos, especialmente con el uso a largo plazo o durante la abstinencia.

Medicamentos con receta:

Betabloqueantes: Utilizados para tratar la hipertensión y enfermedades cardíacas.

Esteroides : Como los corticosteroides.

Medicamentos para el acné : Como la isotretinoína.

Benzodiacepinas : La abstinencia puede causar síntomas de depresión y ansiedad.

Anticonvulsivos : Utilizados para la epilepsia.

Diagnóstico y diferencias clave

Para diagnosticar este trastorno, un profesional de la salud mental debe asegurarse de que los síntomas no se explican mejor por un trastorno depresivo primario. Los criterios clave incluyen:

Síntomas depresivos evidentes: Estado de ánimo deprimido, anhedonia (pérdida de placer) o ambos.

Relación temporal: La depresión se desarrolla poco después de la intoxicación, la abstinencia o la exposición a la sustancia.

No coexiste con un trastorno primario: Los síntomas no son parte de una depresión que ya existía antes del consumo.

Tratamiento

El tratamiento principal para el Trastorno Depresivo Inducido por Sustancias es abordar la causa subyacente: la sustancia o medicamento.

Suspensión o cambio de la sustancia: Si es posible, el médico debe suspender el medicamento o ajustar la dosis, siempre bajo supervisión profesional. Para las sustancias de abuso, la desintoxicación y la abstinencia son el primer paso.

Psicoterapia : La Terapia Cognitivo Conductual ( TCC ) puede ayudar a la persona a manejar los síntomas de depresión, abordar los problemas subyacentes que llevaron al abuso de sustancias y desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.

Medicamentos : En algunos casos, un psiquiatra puede recetar antidepresivos a corto plazo para aliviar los síntomas depresivos mientras se aborda la causa principal. Sin embargo, no se recomienda usar antidepresivos si los síntomas son temporales y se espera que desaparezcan con la abstinencia de la sustancia.

Qué es el Transtorno Disfórico Premenstrual ( TDPM )

 Le pedimos a Gemini, la inteligencia artificial de Google que nos explique qué es el Transtorno Disfórico Premenstrual ( TDPM )

Explicanos detalladamente qué es el Transtorno Disfórico Premenstrual ( TDPM )

El Trastorno Disfórico Premenstrual ( TDPM ) es una forma grave y debilitante del síndrome premenstrual (SPM) que afecta a un porcentaje pequeño de mujeres en edad reproductiva. A diferencia del SPM, donde los síntomas son generalmente leves o moderados, el TDPM provoca una angustia considerable y un deterioro significativo en la vida diaria, las relaciones y el trabajo. Se considera un trastorno del estado de ánimo.

La característica principal del TDPM es la aparición de síntomas emocionales y conductuales graves en la semana anterior a la menstruación, que mejoran significativamente o desaparecen a los pocos días del inicio del período.

Síntomas del TDPM

Los síntomas del TDPM son una mezcla de síntomas emocionales, conductuales y físicos, que deben incluir al menos uno relacionado con el estado de ánimo. Para un diagnóstico, deben estar presentes al menos cinco síntomas en la mayoría de los ciclos menstruales del último año.

Síntomas emocionales y conductuales (al menos uno de estos):

Tristeza y desesperanza marcadas: Sentimientos profundos de tristeza, desesperanza o autocrítica.

Irritabilidad o ira intensa: Irritabilidad o ira persistente que puede llevar a conflictos interpersonales.

Ansiedad y tensión: Sentimientos de nerviosismo o de estar al límite.

Cambios de humor extremos: Labilidad afectiva, con episodios repentinos de tristeza o llanto.

Otros posibles síntomas (para completar los cinco):

Disminución del interés en las actividades habituales.

Dificultad para concentrarse.

Fatiga o falta de energía marcada.

Cambios en el apetito, como antojos de alimentos o atracones.

Problemas para dormir (insomnio o hipersomnia).

Sentirse abrumada o fuera de control.

Síntomas físicos: sensibilidad en los senos, hinchazón, dolor articular o muscular.

Causas y factores de riesgo

La causa exacta del TDPM no se conoce, pero se cree que está relacionada con la sensibilidad extrema del cerebro a los cambios hormonales cíclicos. No es causado por un desequilibrio hormonal per se, sino por una reacción anormal a los niveles de estrógeno y progesterona.

Desequilibrios de neurotransmisores: Se ha demostrado que las fluctuaciones hormonales pueden afectar los niveles de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor clave para el estado de ánimo. Una disminución en la serotonina puede ser responsable de muchos de los síntomas emocionales.

Factores genéticos:
Existe una predisposición genética.

Otros factores:
Estrés crónico o antecedentes de depresión o ansiedad pueden aumentar el riesgo.

Tratamiento del TDPM

El tratamiento del TDPM está diseñado para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. A menudo requiere una combinación de enfoques.

1. Medicamentos

Los medicamentos son el tratamiento de primera línea para el TDPM debido a su eficacia en el control de los síntomas emocionales.

Antidepresivos ( ISRS ): Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como la fluoxetina y la sertralina son muy efectivos. Pueden tomarse de forma continua durante todo el ciclo o solo en la segunda mitad del mismo (fase lútea).

Anticonceptivos hormonales: Ciertas píldoras anticonceptivas pueden ayudar a suprimir la ovulación y estabilizar las fluctuaciones hormonales, lo que reduce los síntomas.

2. Psicoterapia

Terapia Cognitivo Conductual ( TCC ): Ayuda a la persona a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que surgen durante la fase premenstrual. También enseña habilidades para manejar el estrés y las emociones.

3. Cambios en el estilo de vida y autocuidado

Dieta: Limitar la cafeína, el alcohol, la sal y el azúcar. Incluir alimentos ricos en calcio, vitamina B6 y magnesio.

Ejercicio regular: La actividad física puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

Manejo del estrés: La meditación, el yoga y las técnicas de relajación pueden ser útiles.

Llevar un registro: Monitorear los síntomas diariamente puede ayudar a la persona y a su médico a identificar el patrón y a planificar las estrategias de afrontamiento.

Para un diagnóstico y tratamiento adecuados, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental o un ginecólogo.

Qué es el Transtorno Depresivo Persistente ( Distimia )

 Le pedimos a la inteligencia artificial gemini de Google que nos explique qué es el Transtorno Depresivo Persistente ( Distimia )

Explicanos detalladamente qué es el Transtorno Depresivo Persistente ( Distimia )

El Transtorno Depresivo Persistente ( TDP ), conocido anteriormente como distimia, es un tipo de depresión crónica que se caracteriza por un estado de ánimo deprimido que dura la mayor parte del día, la mayoría de los días, durante al menos dos años en adultos o un año en niños y adolescentes.

A diferencia del Trastorno Depresivo Mayor (TDM), que se manifiesta en episodios graves y bien definidos, el TDP es una forma más leve pero más duradera de depresión. Los síntomas no son tan intensos como en un episodio de TDM, pero su cronicidad los hace muy incapacitantes. Las personas con TDP a menudo se sienten constantemente "tristes" o "apagadas" y pueden creer que esta sensación es simplemente parte de su personalidad.

Síntomas del Transtorno Depresivo Persistente

Para ser diagnosticado con TDP, la persona debe cumplir los siguientes criterios, además del estado de ánimo deprimido crónico:

Baja autoestima: Sentimientos de inutilidad, auto-crítica y falta de confianza.

Pérdida de interés: Falta de placer o interés en las actividades cotidianas.

Aislamiento social:
Dificultad para interactuar con los demás.

Problemas para dormir:
Insomnio o somnolencia excesiva.

Fatiga: Sentirse cansado o con poca energía.

Cambios en el apetito: Comer en exceso o falta de apetito.

Dificultad para concentrarse: Problemas para tomar decisiones o recordar detalles.

Sentimientos de desesperanza: Creer que las cosas nunca mejorarán.

Es importante destacar que, en el TDP, la persona no debe haber estado sin síntomas durante más de dos meses a la vez durante el período de dos años.

Comorbilidad con el Transtorno Depresivo Mayor

Un fenómeno común en el TDP es la "doble depresión", que ocurre cuando un episodio de Trastorno Depresivo Mayor se superpone al Trastorno Depresivo Persistente. Esto significa que los síntomas leves y crónicos del TDP se intensifican, llevando a una fase de depresión más severa.

Causas del Transtorno Depresivo Persistente

Las causas exactas del TDP no se conocen, pero se cree que son una combinación de factores similares a los de otros trastornos depresivos:

Factores genéticos: Hay una predisposición familiar.

Factores biológicos:
Posibles desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro.

Factores psicológicos: El afrontamiento inadecuado del estrés, una baja resiliencia o un estilo de pensamiento pesimista pueden contribuir a la cronicidad de los síntomas.

Eventos de vida: Estrés crónico, traumas o pérdidas significativas a largo plazo pueden desencadenar o mantener el trastorno.

Tratamiento del Transtorno Depresivo Persistente

Aunque el TDP es crónico, es muy tratable. El tratamiento suele combinar psicoterapia y medicación.

1. Psicoterapia

La Terapia Cognitivo-Conductual ( TCC ) es el tratamiento de elección. Se enfoca en:

Identificar pensamientos negativos: Ayuda a la persona a reconocer y desafiar los patrones de pensamiento pesimistas que perpetúan la depresión.

Activación conductual: Anima a la persona a participar en actividades que le den sentido y placer, lo que puede mejorar el estado de ánimo.

Desarrollo de habilidades: Enseña estrategias para mejorar la autoestima, las relaciones interpersonales y la resiliencia.

2. Medicación

Los antidepresivos son la medicación más común. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) son a menudo la primera opción para tratar el TDP.

El objetivo del tratamiento farmacológico es reducir la intensidad de los síntomas, lo que facilita el trabajo en la psicoterapia.

3. Estilo de vida y autocuidado

Adoptar hábitos saludables es crucial para manejar el TDP a largo plazo:

Ejercicio físico regular: Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

Alimentación saludable y sueño adecuado: Contribuyen al bienestar físico y mental.

Apoyo social:
Mantener el contacto con amigos y familiares ayuda a combatir el aislamiento.

El Trastorno Depresivo Persistente es una condición seria, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible manejar los síntomas y mejorar significativamente la calidad de vida.

Qué es el Trastorno Depresivo Mayor ( TDM )

 Le pedimos a la inteligencia artificial Gemini de Google que nos explique qué es el Trastorno Depresivo Mayor ( TDM )

Exṕlicanos detalladamente qué es el Trastorno Depresivo Mayor ( TDM ) y cual es su tratamiento

El Trastorno Depresivo Mayor ( TDM ), comúnmente conocido como depresión clínica, es una enfermedad mental grave que afecta el estado de ánimo, la forma de pensar y el comportamiento. No es simplemente una tristeza pasajera, sino un trastorno persistente que interfiere significativamente en la capacidad de la persona para funcionar en la vida diaria.

La depresión mayor se caracteriza por una combinación de síntomas que duran al menos dos semanas. Estos síntomas deben incluir un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades que antes se disfrutaban.

Síntomas del Trastorno Depresivo Mayor

Para ser diagnosticado con TDM, la persona debe experimentar al menos cinco de los siguientes síntomas durante un período de dos semanas, y al menos uno de ellos debe ser un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o placer.

Síntomas emocionales y cognitivos:

Estado de ánimo deprimido: Sentimientos persistentes de tristeza, vacío, desesperanza o inutilidad.

Anhedonia: Pérdida de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban, como hobbies, deportes o socializar.

Sentimientos de culpa o inutilidad: Culpa excesiva o inapropiada por eventos pasados o por el propio estado.

Dificultad para concentrarse: Problemas para pensar, tomar decisiones o recordar detalles.

Pensamientos de muerte o suicidio: Pensamientos recurrentes sobre la muerte o la ideación suicida.

Síntomas físicos:

Cambios en el apetito o el peso: Aumento o pérdida de peso significativos sin hacer dieta.

Insomnio o hipersomnia: Dificultad para dormir o dormir en exceso.

Fatiga o pérdida de energía: Sentirse cansado la mayor parte del tiempo, incluso después de un descanso.

Agitación o retraso psicomotor: Inquietud o lentitud en los movimientos y el habla.

Causas del Trastorno Depresivo Mayor

No hay una única causa para la depresión, sino una combinación de factores que interactúan entre sí:

Factores biológicos:
Desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro (como la serotonina, norepinefrina y dopamina) que regulan el estado de ánimo.

Genética: Existe una predisposición genética. Tener un familiar cercano con depresión aumenta el riesgo.

Factores psicológicos : La forma en que una persona procesa los eventos negativos o las experiencias de vida traumáticas (como la pérdida de un ser querido, el abuso o el estrés crónico).

Factores ambientales: Circunstancias estresantes como problemas financieros, divorcios o enfermedades crónicas pueden desencadenar un episodio depresivo.

Tratamiento del Trastorno Depresivo Mayor

La depresión es una enfermedad altamente tratable. La combinación de psicoterapia y medicación es a menudo la estrategia más efectiva.

1. Psicoterapia

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es el tipo de terapia más común y efectivo para la depresión. Se enfoca en:

Reestructuración cognitiva : Ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y distorsionados que contribuyen a la depresión.

Activación conductual: Anima a la persona a participar en actividades que antes disfrutaba, incluso si no tiene ganas, para romper el ciclo de inactividad y desesperanza.

2. Medicación

Los medicamentos pueden ayudar a corregir los desequilibrios químicos en el cerebro, reduciendo los síntomas de la depresión.

Antidepresivos : Son la medicación más común. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son la primera línea de tratamiento, aunque existen otros tipos. Es importante recordar que los antidepresivos no son un "milagro" y pueden tardar varias semanas en hacer efecto.

Otros medicamentos : En casos graves o resistentes al tratamiento, se pueden usar otros fármacos como estabilizadores del estado de ánimo o antipsicóticos atípicos.

3. Estilo de vida y apoyo

Ejercicio físico: La actividad física regular es un antidepresivo natural que puede mejorar el estado de ánimo.

Dieta y sueño: Mantener una dieta equilibrada y horarios de sueño regulares puede mejorar los síntomas.

Apoyo social: Conectarse con amigos y familiares y evitar el aislamiento es crucial para la recuperación.

Manejo del estrés: Aprender técnicas de relajación, como la meditación o la atención plena (mindfulness), puede ser beneficioso.

Es fundamental buscar ayuda profesional si se sospecha que se padece depresión. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida.

Qué es el mutismo selectivo

 Le pedimos a la inteligencia artificial Gemini de Google que no explique qué es el mutismo selectivo

Explicanos detalladamente qué es el mutismo selectivo

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la incapacidad persistente de un niño para hablar en situaciones sociales específicas donde se espera que hable (como en la escuela), a pesar de que sí puede hacerlo en otras situaciones (como en casa con la familia).

Este trastorno no es un signo de timidez extrema o de terquedad. Es una manifestación de la ansiedad social intensa que se experimenta en entornos donde el niño se siente observado o evaluado. En lugar de negarse a hablar, el niño se paraliza por el miedo y no puede emitir ni una sola palabra. La falta de comunicación no es una elección consciente, sino una respuesta involuntaria al miedo.

Síntomas y características principales

El mutismo selectivo se diagnostica si un niño cumple los siguientes criterios, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5):

Silencio persistente: El niño no habla en situaciones sociales específicas (por ejemplo, en la escuela, con maestros, con otros niños o con personas que no sean de su círculo familiar más cercano).

El niño puede hablar en otras situaciones: Es crucial que el niño sí hable con fluidez en al menos un entorno (generalmente en casa con sus familiares directos).

Interferencia en la vida diaria: La falta de habla interfiere significativamente en el rendimiento escolar, la comunicación social o la vida diaria.

Duración de al menos un mes: El mutismo selectivo debe durar al menos un mes (no se incluyen los primeros meses en la escuela, donde la timidez inicial es común).

No se debe a otras afecciones: La falta de habla no es el resultado de un trastorno de la comunicación (como la tartamudez), un trastorno del espectro autista o cualquier otra condición médica.

Causas y factores de riesgo

Las causas del mutismo selectivo son complejas y multifactoriales, pero se centran en gran medida en la ansiedad social.

Temperamento ansioso: Muchos niños con mutismo selectivo tienen un temperamento innatamente ansioso y son más propensos a la inhibición social.

Factores genéticos: A menudo, hay un historial familiar de trastornos de ansiedad, lo que sugiere una predisposición genética.

Ambiente y experiencias: La exposición a situaciones sociales que causan estrés o la falta de oportunidades para practicar habilidades sociales pueden contribuir al desarrollo del trastorno.

Condiciones coexistentes: Es común que el mutismo selectivo coexista con otros trastornos de ansiedad, como el Trastorno de Ansiedad Social o el Trastorno de Ansiedad Generalizada.

Tratamiento del mutismo selectivo

El mutismo selectivo es un trastorno tratable, y el objetivo principal es reducir la ansiedad subyacente para que el niño pueda comenzar a hablar y sentirse más cómodo en entornos sociales. El tratamiento más efectivo es una combinación de psicoterapia y, en algunos casos, una intervención en el entorno escolar.

1. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

La TCC es el tratamiento de elección. Se centra en:

Exposición gradual: Esta es la parte más importante del tratamiento. Consiste en exponer al niño a situaciones de habla de manera progresiva y con bajo riesgo. Por ejemplo, el terapeuta puede comenzar jugando con el niño en casa, donde se siente cómodo, y luego extender la sesión a un lugar menos familiar, introduciendo gradualmente a otras personas.

Reforzamiento positivo: Se utiliza para recompensar los intentos del niño de comunicarse, ya sean gestos, susurros o palabras completas.

Desvanecimiento del estímulo: Una técnica que implica introducir gradualmente a una nueva persona en una conversación que el niño ya está teniendo con alguien con quien se siente cómodo. Por ejemplo, la madre habla con el niño y un compañero de clase se acerca poco a poco hasta unirse a la conversación.

2. Intervención en la escuela

Dado que el mutismo selectivo se manifiesta principalmente en el entorno escolar, es crucial que los maestros y el personal escolar se involucren en el tratamiento.

Colaboración con el terapeuta: Los educadores deben seguir las estrategias recomendadas por el terapeuta, como crear un ambiente de bajo estrés para el niño y usar el refuerzo positivo.

Estrategias de comunicación no verbal: Alentar al niño a comunicarse de otras maneras (como señalar, escribir o usar gestos) para que se sienta incluido en las actividades escolares.

No presionar al niño: Es fundamental no presionar al niño para que hable, ya que esto aumenta la ansiedad y refuerza el problema.

3. Medicación

En algunos casos, si el mutismo selectivo es severo y no responde a la terapia, un médico puede considerar el uso de medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que se utilizan para tratar la ansiedad. La medicación generalmente se usa como un complemento a la terapia.

Con un diagnóstico y tratamiento temprano y consistente, muchos niños con mutismo selectivo logran superar su ansiedad y desarrollar las habilidades de comunicación necesarias para funcionar plenamente en todos los aspectos de su vida.

Qué es el Trastorno de Ansiedad por Separación y cuál es su tratamiento

 Le pedimos a Gemini, la inteligencia artificial de Google que nos explique Qué es el Trastorno de Ansiedad por Separación y cúal es su tratamiento

Explicanos detalladamente Qué es el Trastorno de Ansiedad por Separación y cuál es su tratamiento

El Trastorno de Ansiedad por Separación es una afección en la que una persona, más comúnmente un niño, experimenta una ansiedad excesiva y desproporcionada al separarse o al anticipar la separación de las figuras de apego principales (generalmente los padres o cuidadores). Aunque es normal que los niños pequeños sientan ansiedad al separarse, en este trastorno, la angustia es tan intensa y persistente que interfiere con su vida diaria, como ir a la escuela, dormir solos o participar en actividades apropiadas para su edad.

Este trastorno se caracteriza por un miedo constante a que le ocurra algo malo a la persona o a la figura de apego, lo que llevaría a una separación permanente. Los niños pueden incluso negarse a salir de casa o a dormir lejos de sus padres. Aunque es más frecuente en la niñez, también puede afectar a adolescentes y adultos, causando problemas significativos en sus relaciones y responsabilidades.

Síntomas principales

Los síntomas del Trastorno de Ansiedad por Separación pueden ser emocionales, conductuales y físicos:

Angustia excesiva: Llantos, rabietas o pánico intenso al momento de la separación o al anticiparla.

Preocupación constante: Miedo persistente a que les suceda algo malo a las figuras de apego (enfermedad, muerte, secuestro, accidentes).

Negativa a la separación: Rechazo a ir a la escuela, a dormir solos, a quedarse en casa sin los padres o a participar en actividades sociales.

Pesadillas recurrentes: Sueños que giran en torno al tema de la separación.

Quejas físicas: Síntomas recurrentes como dolores de cabeza, dolores de estómago, náuseas o vómitos, especialmente antes de una separación o al pensar en ella.

Necesidad de cercanía: Insistir en estar siempre cerca de las figuras de apego, incluso en la casa.

Tratamiento

El Trastorno de Ansiedad por Separación es tratable y, con el apoyo adecuado, los niños pueden aprender a manejar su ansiedad y desarrollar su independencia. El tratamiento más eficaz suele combinar la psicoterapia con la participación de la familia.

1. Psicoterapia


La Terapia Cognitivo Conductual ( TCC ) es el tratamiento de elección. Se centra en:

Educación: Enseñar al niño (y a los padres) sobre la ansiedad y sus síntomas, ayudándolos a entender que el miedo no es peligroso.

Exposición gradual: Ayudar al niño a enfrentar la separación de manera progresiva y controlada. Esto puede comenzar con periodos muy cortos de separación y aumentar gradualmente, permitiendo que el niño se acostumbre a estar sin sus padres.

Técnicas de relajación: Enseñar al niño a usar la respiración profunda o la relajación muscular para calmarse cuando se siente ansioso.

Reestructuración cognitiva: Ayudar al niño a identificar y desafiar los pensamientos miedosos e irracionales sobre la separación.

2. Participación de los padres

El apoyo y la participación de los padres son cruciales. El terapeuta puede trabajar con ellos para:

Establecer rutinas de despedida: Crear un ritual breve y consistente para la despedida, lo que reduce la ansiedad al dar previsibilidad.

Ser firmes y tranquilos: Evitar ceder a las rabietas o súplicas del niño, ya que esto refuerza la idea de que la separación es peligrosa.

Modelar la independencia: Demostrar al niño que la separación es segura y que puede manejar la ansiedad.

3. Medicación

En casos graves, un médico o psiquiatra puede considerar la medicación para ayudar a reducir los síntomas, generalmente en combinación con la TCC .

Antidepresivos ( ISRS ): Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden ser una opción para niños mayores y adultos para regular la ansiedad.

Ansiolíticos: En casos muy específicos, se pueden usar para el alivio a corto plazo, pero no se recomiendan para uso a largo plazo debido a los riesgos de dependencia.

Si tienes un hijo que experimenta estos síntomas de manera persistente, es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud mental para un diagnóstico y plan de tratamiento adecuados.

Qué es el Transtorno de Ansiedad Social ( Fobia Social )

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Explicanos detalladamente qué es el Transtorno de Ansiedad Social ( Fobia Social )

El Trastorno de Ansiedad Social, comúnmente conocido como fobia social, es una condición de salud mental en la que una persona experimenta un miedo intenso y persistente a ser juzgada, evaluada negativamente, avergonzada o humillada en situaciones sociales. Este miedo no se trata de una simple timidez, sino de una ansiedad tan abrumadora que interfiere significativamente con la vida cotidiana, el trabajo, la escuela y las relaciones personales.

Las personas con fobia social se preocupan excesivamente por cómo los demás las perciben. A menudo, su miedo se basa en la creencia de que sus acciones o síntomas de ansiedad (como sonrojarse, sudar o tartamudear) serán motivo de burla o crítica. Esta preocupación puede ser tan intensa que lleva a la persona a evitar las situaciones sociales por completo, lo que agrava aún más el problema.

Síntomas del Transtorno de Ansiedad Social

Los síntomas de la fobia social pueden manifestarse en una variedad de situaciones, como hablar en público, conocer gente nueva, asistir a fiestas, comer o beber frente a otros, o incluso hacer una llamada telefónica. Los síntomas se dividen en tres categorías principales:

1. Síntomas emocionales y cognitivos:

Miedo intenso a ser juzgado, criticado o rechazado.

Preocupación excesiva por las interacciones sociales antes, durante y después del evento.

Baja autoestima y autocrítica constante.

Miedo a los síntomas físicos de la ansiedad, creyendo que son vergonzosos.

2. Síntomas físicos:

Rubor o enrojecimiento facial.

Sudoración excesiva.

Temblores o sacudidas.

Palpitaciones y taquicardia.

Náuseas o malestar estomacal.

Dificultad para respirar o "mente en blanco".

3. Síntomas conductuales:

Evitación: Evitar activamente las situaciones sociales temidas.

Comportamientos de seguridad: Usar tácticas para minimizar la ansiedad, como evitar el contacto visual, hablar poco, llevar ropa que cubra el cuerpo o beber alcohol para "desinhibirse".

Aislamiento social.

Causas del Trastorno de Ansiedad Social

Las causas de la fobia social son complejas y multifactoriales, involucrando una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales.

Factores genéticos: Existe una predisposición genética. Las personas con familiares que padecen este trastorno tienen un mayor riesgo.

Factores biológicos: Posibles desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, especialmente la serotonina y la noradrenalina, que regulan el estado de ánimo y la ansiedad. La amígdala, la parte del cerebro que controla la respuesta al miedo, puede ser hiperactiva.

Factores ambientales: Experiencias traumáticas de humillación, rechazo social o bullying en la infancia pueden contribuir al desarrollo del trastorno. La crianza sobreprotectora también puede ser un factor.

Tratamiento

El Trastorno de Ansiedad Social es una condición tratable. El tratamiento más efectivo suele ser una combinación de psicoterapia y, en algunos casos, medicación.

1. Psicoterapia: La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es el tratamiento de elección. Se centra en:

Reestructuración cognitiva:
Identificar y cambiar los pensamientos negativos y las creencias irracionales que alimentan la ansiedad.

Exposición gradual: Enfrentar las situaciones temidas de forma progresiva, comenzando con las que generan menos ansiedad y avanzando hacia las más desafiantes. Esto ayuda a la persona a darse cuenta de que las consecuencias temidas rara vez ocurren y que puede manejar la ansiedad.

Entrenamiento en habilidades sociales: Aprender y practicar habilidades de comunicación para aumentar la confianza en las interacciones.

2. Medicación: Los medicamentos pueden ser útiles para reducir los síntomas y permitir que la persona participe más eficazmente en la terapia.

Antidepresivos ( ISRS ): Son los más recetados y ayudan a regular la química cerebral para reducir la ansiedad.

Betabloqueantes: Se usan a veces para controlar los síntomas físicos de la ansiedad en situaciones específicas (por ejemplo, antes de una presentación).

3. Autocuidado:

Ejercicio regular: Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.

Técnicas de relajación:
La meditación y la respiración profunda pueden ser útiles para calmar el sistema nervioso.

Evitar estimulantes: El consumo de cafeína, alcohol y nicotina puede empeorar los síntomas de ansiedad.

Qué es la agorafobia y cuál es su tratamiento ?

 Le pedimos a la inteligencia artificial Gemini de Google que nos explique qué es la agorafobia y cuál es su tratamiento

Explicanos detalladamente qué es la agorafobia y cuál es su tratamiento

La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso y una evitación de lugares o situaciones donde la persona siente que escapar sería difícil o que no podría recibir ayuda si experimentara síntomas de pánico o malestar.

La palabra "agorafobia" proviene del griego y significa "miedo al ágora" (una plaza pública o mercado). Aunque su nombre se traduce literalmente como "miedo a los espacios abiertos", este trastorno es mucho más complejo. La agorafobia no solo implica el miedo a los espacios abiertos, sino también a situaciones cerradas o a estar en una multitud. Lo central es el temor a quedar "atrapado" o en una situación vulnerable, lo que lleva a la persona a evitar activamente esos lugares o a soportarlos con una gran angustia.

Síntomas de la agorafobia

La agorafobia no es un miedo a las situaciones en sí mismas, sino al miedo a las sensaciones de pánico o a los síntomas incapacitantes que podrían ocurrir en esas situaciones. Los síntomas pueden ser físicos, emocionales y conductuales:

Síntomas emocionales y cognitivos:

Miedo a salir de casa solo: Este es un síntoma muy característico y, en casos graves, la persona puede volverse completamente confinada en su hogar.

Miedo a estar en lugares públicos: Esto incluye centros comerciales, transporte público, cines, puentes, ascensores o lugares muy concurridos.

Temor a perder el control: Miedo a desmayarse, a tener un ataque de pánico o a volverse "loco" en un lugar público.

Sensación de despersonalización:
Sentirse separado de uno mismo o de su propio cuerpo.

Sensación de desrealización: Sentir que el entorno no es real.

Necesidad de un acompañante: Muchas personas solo se sienten seguras si están con alguien de confianza.

Síntomas físicos (generalmente asociados con ataques de pánico ):

Palpitaciones o taquicardia.

Sudoración.

Temblores.

Sensación de ahogo o dificultad para respirar.

Dolor en el pecho.

Mareos o aturdimiento.

Náuseas o malestar estomacal.

¿Cuál es la diferencia entre agorafobia y fobia social?

Es fácil confundir la agorafobia con la fobia social, pero tienen orígenes y miedos distintos:

Agorafobia: El miedo se centra en la situación en sí misma, en la incapacidad de escapar o de recibir ayuda. El pánico surge de la vulnerabilidad de estar "atrapado" o solo.

Fobia social:
El miedo se centra en la evaluación negativa por parte de los demás. La persona teme ser juzgada, avergonzada o humillada por su comportamiento.

Una persona con agorafobia podría sentirse cómoda en un restaurante lleno si está con un amigo de confianza, mientras que una persona con fobia social sentiría pánico al ser el centro de atención o al interactuar con otras personas, independientemente de la compañía.

Tratamiento para la agorafobia

La agorafobia es una condición tratable y, con el apoyo adecuado, las personas pueden recuperar la capacidad de llevar una vida normal. El tratamiento más efectivo suele ser una combinación de psicoterapia y, en algunos casos, medicación.

1. Psicoterapia:

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es el tratamiento de elección. Se enfoca en:

Psicoeducación: El terapeuta ayuda al paciente a entender la naturaleza de la ansiedad y el pánico, y cómo estos miedos se han vuelto desproporcionados.

Reestructuración cognitiva: Se trabaja para identificar y desafiar los pensamientos catastróficos que alimentan la agorafobia (ej., "si me da un ataque de pánico aquí, me desmayaré y nadie me ayudará").

Exposición gradual (Exposición "in vivo"): Esta es la parte más importante del tratamiento. El paciente, con la guía del terapeuta, se enfrenta de manera gradual y controlada a las situaciones temidas. Se comienza con situaciones que generan poca ansiedad (ej., salir a la calle por unos minutos) y se avanza progresivamente hacia situaciones más difíciles (ej., ir solo a un centro comercial). El objetivo es que la persona aprenda que las consecuencias temidas no ocurren y que puede tolerar la ansiedad.

Técnicas de relajación: Se enseñan técnicas de respiración diafragmática y relajación muscular progresiva para ayudar a manejar los síntomas físicos de la ansiedad.

2. Medicación:

Los medicamentos pueden ser muy útiles para reducir la intensidad de la ansiedad, lo que facilita el proceso de la psicoterapia.

Antidepresivos ( ISRS ): Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son los medicamentos más recetados para la agorafobia, ya que ayudan a regular los neurotransmisores que controlan el estado de ánimo y la ansiedad. Su efecto completo puede tardar varias semanas en manifestarse.

Ansiolíticos ( Benzodiacepinas ): Se pueden usar a corto plazo para aliviar la ansiedad severa, especialmente al inicio del tratamiento. Sin embargo, no se recomiendan para uso a largo plazo debido a su potencial de dependencia.

3. Apoyo y autocuidado:

Estilo de vida saludable: El ejercicio regular, una dieta equilibrada y un sueño adecuado son fundamentales para manejar la ansiedad.

Evitar estimulantes: Reducir o eliminar el consumo de cafeína, nicotina y alcohol puede ayudar a disminuir los síntomas de pánico.

Red de apoyo: Contar con el apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo es crucial para la recuperación.

La agorafobia puede ser muy incapacitante, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible superar el miedo y recuperar la libertad de movimiento.

Qué es y en qué consiste la Terapia Dialéctico Conductual ( DBT )

 Le preguntamos a la inteligencia artificial Gemini de Google qué es y en qué consiste la Terapia Dialéctico Conductual ( DBT )

Explicanos detalladamente qué es y en qué consiste la Terapia Dialéctico-Conductual ( DBT )

La Terapia Dialéctico-Conductual ( DBT ), por sus siglas en inglés ( Dialectical Behavior Therapy ), es un tipo de psicoterapia que se desarrolló originalmente para tratar a personas con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), una condición caracterizada por la inestabilidad emocional intensa, la impulsividad, las dificultades en las relaciones interpersonales y los comportamientos autodestructivos.

Creada por la psicóloga Marsha Linehan en la década de 1980, la DBT se basa en gran medida en la Terapia Cognitivo-Conductual ( TCC ), pero con un componente adicional y fundamental: la dialéctica. Esta palabra se refiere a la integración de ideas opuestas para encontrar un punto de equilibrio, y en la DBT, esto se traduce en el principio central de aceptación y cambio. La terapia busca ayudar a los pacientes a aceptar su realidad actual y sus emociones, mientras al mismo tiempo les proporciona las herramientas para cambiar las conductas disfuncionales y construir una vida que valga la pena vivir.

Principios clave de la DBT :

Dialéctica: Es el pilar fundamental. La DBT enseña a los pacientes a ver el mundo de una forma menos "blanco y negro" y a integrar ideas opuestas. Por un lado, se valida al paciente, aceptando que sus emociones, pensamientos y comportamientos tienen sentido dadas sus experiencias de vida. Por otro lado, se insiste en que, para mejorar su vida, deben realizar cambios significativos en sus conductas. El terapeuta ayuda a los pacientes a encontrar un equilibrio entre estas dos verdades aparentemente contradictorias.

Validación: El terapeuta valida las emociones y las experiencias del paciente, lo que significa reconocer que sus sentimientos son reales y comprensibles. Esto no implica aprobar el comportamiento destructivo, sino más bien comunicar una comprensión profunda del dolor y el sufrimiento del paciente. La validación ayuda a la persona a sentirse aceptada y a construir una relación terapéutica sólida.

Enfoque en las habilidades: La DBT se centra en la enseñanza de habilidades concretas para manejar las emociones, las relaciones interpersonales y la angustia. Estas habilidades se agrupan en cuatro módulos principales.

Componentes de la Terapia Dialéctico Conductual

La DBT no es una terapia que se realice en sesiones individuales únicamente. Es un programa de tratamiento estructurado e intensivo que generalmente consta de cuatro componentes principales:

Terapia individual semanal: En estas sesiones, el paciente trabaja uno a uno con un terapeuta para abordar los problemas y desafíos de su vida. El terapeuta ayuda a priorizar los objetivos del tratamiento, que a menudo se centran primero en la reducción de comportamientos que atentan contra la vida (autolesiones, intentos de suicidio), luego en los que interfieren con la terapia, y finalmente en los que afectan la calidad de vida. Se utiliza un "diario" o registro de habilidades para analizar los comportamientos y emociones de la semana.

Entrenamiento en habilidades en grupo semanal: Esta es una parte crucial de la DBT. Los pacientes asisten a sesiones grupales donde un terapeuta enseña las cuatro habilidades clave de la DBT. La estructura grupal permite la práctica de las habilidades en un entorno social y ofrece un espacio de apoyo entre pares.

Coaching telefónico: Los pacientes tienen acceso a su terapeuta para recibir apoyo y orientación rápida cuando se enfrentan a crisis o situaciones difíciles fuera de las sesiones. Este componente está diseñado para ayudar a los pacientes a generalizar las habilidades aprendidas en terapia y aplicarlas en su vida cotidiana, en lugar de recurrir a comportamientos disfuncionales.

Equipo de consulta del terapeuta: El terapeuta de DBT forma parte de un equipo de consulta que se reúne regularmente para apoyarse mutuamente, supervisar los casos y asegurarse de que los terapeutas sigan los principios de la DBT de manera efectiva. Esto ayuda a prevenir el agotamiento del terapeuta y a mantener la calidad del tratamiento.

Los 4 módulos de habilidades de la DBT

El componente de entrenamiento grupal se centra en la enseñanza de cuatro grupos de habilidades interrelacionadas:

Mindfulness (Atención Plena):

Enseña a las personas a estar presentes en el momento actual, a observar sus pensamientos, sentimientos y sensaciones sin juzgarlos.

Ayuda a reducir la rumiación sobre el pasado o la preocupación por el futuro.

Es la habilidad fundamental sobre la que se construyen los otros tres módulos, ya que para regular las emociones o manejar la angustia, primero hay que ser consciente de ellas.

Tolerancia al Malestar ( Tolerancia a la Angustia ):

Se enfoca en enseñar a las personas a tolerar y sobrevivir a las crisis emocionales intensas sin recurrir a comportamientos destructivos (como autolesiones, consumo de sustancias o intentos de suicidio).

Incluye técnicas como la distracción, el auto-consuelo, la mejora del momento y la aceptación radical de la realidad. El objetivo es "superar la crisis sin empeorarla".

Regulación Emocional

Se centra en comprender las propias emociones, reducir la vulnerabilidad emocional y cambiar las emociones no deseadas.

Enseña a identificar las emociones, a entender qué las causa, a disminuir las respuestas emocionales extremas y a tomar medidas para prevenir que las emociones se desborden.

Eficacia Interpersonal

Se enfoca en mejorar la capacidad para interactuar con los demás de manera efectiva.

Enseña a pedir lo que se necesita, a decir "no" de manera asertiva, a resolver conflictos interpersonales y a mantener relaciones saludables y de respeto. El objetivo es conseguir los propios objetivos en una relación, manteniendo el respeto por uno mismo y por la otra persona.

¿ Para quién es la DBT ?

Aunque fue diseñada inicialmente para el Trastorno Límite de la Personalidad, la Terapia Dialéctico Conductual se ha demostrado eficaz para una amplia gama de condiciones, especialmente aquellas que implican desregulación emocional y conductas impulsivas. Se utiliza para tratar:

Trastorno Límite de la Personalidad (TLP).

Trastornos de la conducta alimentaria (bulimia, trastorno por atracón).

Trastorno por consumo de sustancias.

Trastorno por estrés postraumático (TEPT) complejo.

Ideación suicida y conductas autolesivas.

Depresión crónica y ansiedad severa con inestabilidad emocional.

En resumen, la DBT es una terapia integral y estructurada que combina la aceptación y la validación con la enseñanza de habilidades de cambio conductual. Su objetivo es proporcionar a los pacientes las herramientas necesarias para regular sus emociones, tolerar la angustia, mejorar sus relaciones y, en última instancia, construir una vida que sientan que vale la pena vivir.

Qué es el Transtorno de Ansiedad Social ( Fobia Social ) y como tratarlo

 Le pedimos a la inteligencia artificial Gemini de Google que nos explique qué es el Transtorno de Ansiedad Social ( Fobia Social ) y como tratarlo

Explicanos detalladamente qué es el Transtorno de Ansiedad Social ( Fobia Social ) y como tratarlo

El Trastorno de Ansiedad Social, también conocido como fobia social, es una condición de salud mental caracterizada por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales donde la persona teme ser juzgada, evaluada negativamente, avergonzada o humillada por los demás. A diferencia de la timidez, que es un rasgo de personalidad, la fobia social es un trastorno que causa un malestar significativo y afecta la capacidad de la persona para funcionar en su vida diaria.

Las personas con Trastorno de Ansiedad Social se preocupan intensamente por la opinión de los demás sobre su desempeño en situaciones sociales, incluso cuando su ansiedad no es notoria para los demás. Este miedo no es irracional, en el sentido de que la persona puede reconocer que su ansiedad es exagerada, pero se siente incapaz de controlarla.

Síntomas del Trastorno de Ansiedad Social

Los síntomas pueden ser emocionales, conductuales y físicos, y a menudo se manifiestan en situaciones como:

Hablar en público o hacer una presentación.

Interactuar con extraños o conocer gente nueva.

Asistir a fiestas o reuniones sociales.

Ser el centro de atención.

Ser observado mientras se come, bebe o escribe.

Usar un baño público.

Hacer o recibir una llamada telefónica.

Participar en reuniones de trabajo o de clase.

Hacer contacto visual.

Síntomas emocionales y cognitivos

Miedo intenso a ser juzgado, humillado o avergonzado.

Preocupación excesiva por los síntomas físicos de ansiedad que podrían ser visibles (ej., sonrojarse, sudar).

Miedo a interactuar con desconocidos.

Angustia antes de un evento social.

Análisis posterior al evento, enfocándose en los "errores" o lo que se hizo mal.

Baja autoestima.

Pensamientos negativos sobre uno mismo.

Síntomas físicos:

Rubor o sonrojarse.

Sudoración profusa.

Temblores o sacudidas.

Palpitaciones o taquicardia.

Dificultad para hablar, voz temblorosa.

Náuseas o malestar estomacal.

Sensación de "mente en blanco".

Tensión muscular.

Dificultad para respirar.

Síntomas conductuales:

Evitación: La persona evita las situaciones sociales temidas. Esta es la característica más distintiva y la que causa el mayor deterioro en la vida de la persona.

Conductas de seguridad: Realizar acciones para reducir la ansiedad percibida, como evitar el contacto visual, hablar poco, llevar gafas de sol, beber alcohol antes de un evento social o ensayar mentalmente lo que se va a decir. A corto plazo, estas conductas ofrecen alivio, pero a largo plazo, refuerzan el miedo.

Aislamiento social.

Causas de la Fobia Social

Las causas son una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales:

Factores genéticos: Se cree que existe una predisposición genética.

Factores biológicos: Posibles desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, especialmente la serotonina y la noradrenalina. La amígdala, la parte del cerebro que controla la respuesta al miedo, puede ser hiperactiva.

Factores psicológicos: Creencias negativas sobre uno mismo y sobre lo que los demás piensan. Un estilo de pensamiento que magnifica la amenaza en situaciones sociales y la posibilidad de un resultado negativo.

Factores ambientales: Crianza sobreprotectora, experiencias traumáticas de humillación o rechazo social en la infancia, bullying, o haber sido testigo de interacciones sociales negativas.

¿ Cómo tratar el Trastorno de Ansiedad Social ?

El Trastorno de Ansiedad Social es una condición tratable, y cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados. Los enfoques más efectivos incluyen la psicoterapia, la medicación o una combinación de ambas.

1. Psicoterapia

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es el tratamiento de elección y el más estudiado para la fobia social. Se centra en:

Reestructuración cognitiva : Ayuda a identificar y desafiar los pensamientos negativos y las creencias irracionales que alimentan la ansiedad. Por ejemplo, en lugar de pensar "todos me van a juzgar", se aprende a cuestionar esa creencia con evidencia.

Exposición gradual: Es una parte esencial del tratamiento. Implica enfrentar las situaciones temidas de manera progresiva y controlada. Se empieza con situaciones que causan poca ansiedad y, a medida que la persona se siente más cómoda, se avanza hacia situaciones más desafiantes. Esto ayuda a demostrar que las consecuencias temidas no ocurren o que pueden manejarse.

Entrenamiento en habilidades sociales: Ayuda a aprender y practicar habilidades de conversación, asertividad y comunicación no verbal, lo que aumenta la confianza en las interacciones sociales.

Reducción de conductas de seguridad: Se trabaja en eliminar las conductas que ofrecen un alivio temporal pero mantienen el ciclo de la ansiedad, como evitar el contacto visual o ensayar lo que se va a decir.

2. Medicamentos

Los medicamentos pueden ser útiles, especialmente en casos de fobia social severa, para reducir los síntomas y permitir que la persona participe en la psicoterapia.

Antidepresivos: Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS) y los Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Norepinefrina (IRSN) son los medicamentos más comunes y efectivos para la fobia social.

Betabloqueantes:
A veces se usan para manejar los síntomas físicos de ansiedad en situaciones de desempeño, como hablar en público. Por ejemplo, pueden reducir las palpitaciones, los temblores y la sudoración. Se suelen tomar justo antes del evento temido.

Benzodiacepinas: Se usan en casos muy específicos y a corto plazo para aliviar la ansiedad severa. Sin embargo, su uso a largo plazo no es recomendable debido al riesgo de dependencia.

3. Otros enfoques y estrategias de autocuidado:

Ejercicio regular: La actividad física puede reducir el estrés y la ansiedad.

Técnicas de relajación: La meditación, el mindfulness y la respiración profunda pueden ayudar a calmar el sistema nervioso.

Evitar estimulantes: Reducir el consumo de cafeína y alcohol, ya que pueden exacerbar los síntomas de ansiedad.

Dieta y sueño: Una alimentación equilibrada y un sueño adecuado son fundamentales para la salud mental.

Grupos de apoyo: Compartir experiencias con otras personas que padecen el mismo trastorno puede ser muy beneficioso y reducir la sensación de aislamiento.

El tratamiento para el Trastorno de Ansiedad Social es un proceso, pero con el apoyo adecuado y la perseverancia, las personas pueden aprender a manejar su ansiedad, enfrentar sus miedos y mejorar significativamente su calidad de vida y sus relaciones sociales.

Qué es el Transtorno Depresivo Inducido por Sustancias/Medicamentos

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